El turno de noche

Algo que seguro que todos hemos echo alguna vez. Ya sea por voluntad propia, o bien por que el compañero que nos tenia que relevar no ha aparecido, hemos tenido que hacer lo que todo el mundo evita: Trabajar de noche.




La noche es malísima, me decía el compañero que me relevaba. Ese señor, de 67 años, llevaba casi 15 trabajando de noche. Lo cierto es que Oriol, que a si se llamaba mi compañero, tenia muchos dolores de cabeza, problemas para conciliar el sueño y su mujer, claro, se quejaba de que pasaba poco tiempo con ella.

Llevo ya casi 3 meses trabajando de noche. Y lo cierto es que el pobre hombre se quedaba corto.

Por la noche estas sólo, y en caso de problemas, te las tienes que apañar tu. Se oye cómo la madera se dilata, y claro, te puede llegar a confundir con un problema real. Además, también hay mas riesgo de que alguien entre a robar, y claro, vas contra natura. El cuerpo está pensado para trabajar de día y dormir de noche. Hacer lo contrario, trae, en el futuro, desastrosas consecuencias para el cuerpo humano.

Por si fuera poco, no es sólo el trabajar de noche. Si no el descansar de día.

Ruidos, sol, el efecto psicológico... Desde luego no se descansa lo mismo durmiendo 8 horas de noche que 8 horas de día.


Pero es que se cobra más, dicen algunos. ¿ Pero... compensa sacrificar tu salud por 50€ más al mes ?


Además, la gente que trabaja de noche se divorcia un 66% más, viven de media 5 años menos por cada 15 trabajados de noche y son mas propensos a los golpes psicológicos.

En España, no hay un limite de edad o tiempo que se pueda trabajar de noche. En los países nórdicos, por ejemplo, sólo pueden trabajar de noche gente por debajo de los 35 años y con un limite de 20 horas a la semana. Además, no se cobra 50€, si no 300€.


En estos últimos días, tengo nauseas, vómitos, dolores de cabeza y demás molestias que me hacen replantear este maldito turno de noche. Y es que se, que a la larga, lo acabaré pagando muy caro.